Enclavado en el paraje conocido como La Rábida (Bien de Interés Cultural), es de los lugares colombinos por excelencia. Fue inaugurado en 1993 con motivo del V Centenario del regreso a Palos de la Frontera de la expedición de Cristobal Colón y con la intención de simbolizar los nexos de unión entre España y América.

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El diseño del jardín botánico aprovecha la topografía existente, que permite que el agua descienda por gravedad desde la parte alta del parque a través de elementos escalonados y diferentes estanques hasta terminar junto a la entrada principal.

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El parque acoge numerosas especies vegetales, tanto terrestres como acuáticas. El lago cuenta con una colección de plantas acuáticas autóctonas y foráneas. Las plazas están dedicadas a algunos de los países americanos con su flora autóctona. En los jardines hay una importante colección de flora principalmente procedente de la península Ibérica y de América del Sur. Hay otras zonas dedicadas a Asia, África y Oceanía, así como a árboles frutales.